Dios y lo siniestro

"Un mal absoluto destruiría en fracciones absolutas que serian manifiestas en desapariciones. Era necesaria una degradación y su recorrido: lo siniestro y su extensión en forma de huida. Una huida que si fuera perseguida por el desencuentro sería en otro mundo en el que se produciría el encuentro, mientras que si fuera este último, el encuentro, el que persiguiese a la huida aparecería Dios."