Lo cotidiano y lo siniestro

Lo siniestro brota a partir de lo familiar en cuanto los que comparten un hogar tienen entre ellos un lazo, un lenguaje o unas normas etc, que son compartidas, lo que provoca la vivencia de una historia común que los otros desconocen, de donde resulta que hay un misterio o un secreto que mantener y que no es revelado a los extraños. Ese misterio que se oculta en todo vínculo profundo aparecería como siniestro ante los que no pertenecen a este vínculo.

"Se trata pues, de algo que acaso fue familiar y ha llegado a resultar extraño e inhóspito. Algo que al revelarse se muestra en su faz siniestra, pese a ser, o precisamente por ser, en realidad, en profundidad, muy familiar, lo más propiamente familiar, íntimo reconocible."